El Miedo: La Gran Oportunidad del 2021.

Ricardo Zevallos Repetto
4 min readJan 14, 2021

Conversando con un amigo de una investigadora de mercado revisamos varios estudios sobre los cambios de hábitos, percepciones y las relaciones que las personas tienen con múltiples productos y servicios a partir de lo sucedido con el #COVID19.

No es para menos. Hemos vivido un encierro de casi tres meses, nos han privado de ir a parques, nos cerraron los bares, nos prohibieron tomar, nos prohibieron salir con nuestros. Nos quitaron la libertad en nombre de la salud (que tampoco pudieron darnos). Nos quitaron navidad en familia. Nos quitaron año en familia. Todo en nombre de la salud.

Pero, entendiendo la situación desde adentro y desde afuera, hay algo que nos han arrebatado que es muchísimo más profundo que lo antes mencionado. Nos han quitado la seguridad. Esa sensación que dimos por sentado toda la vida. Ese (hoy en día) placer de conversar con un desconocido e intercambiar ideas, luego números, luego años hilados por momentos inesperados en un ir y venir de ideas y criterios.

Sin embargo, ese vacío no existe. Acá, lo que ha pasado es un trueque puro y duro. No bastó con quitarnos la seguridad. ¡Qué va! Nos metieron miedo. Como mete miedo que te empaten la final 2–2 en el minuto 85. Miedo como que te hagan perder tu match point, rompiéndote el servicio.

No existe un estudio que no mencione el miedo generalizado en la gente. Algunos lo verbalizan como incertidumbre, otros desconfianza, otros inseguridad. No hay nadie en su sano juicio que no tenga miedo de perder a alguien que es vulnerable, que esté pendiente de esa persona. O quizás un amigo, cercano de infancia que creyó tomar un riesgo calculado yendo a la reunión que invitaron y no midió la situación correctamente y se enfermó. Él (o ella) tiene miedo, sus amigxs tienen miedo. Sus familias tienen miedo.

Todos tenemos miedo a contagiarnos. Todos tenemos miedo de que si nos da, ojalá que sea leve. Los que ya han pasado por el cuadro tienen miedo de las secuelas. Los que conocemos a personas que hayan pasado por eso, estamos pensando en que no les vuelva a dar y que no tengan secuelas que aparezcan más adelante.

Tenemos tanto miedo, que cuando salió la vacuna también le tuvimos (y muchos aún le tienen) miedo a la vacuna. Tenemos miedo. Como sociedad, como padres, como hermanos como amigos.

Todas estas personas son las que están trabajando en las grandes empresas del mundo, en las grandes organizaciones y en grandes equipos de alto rendimiento en donde todo lo mencionado arriba no tiene espacio. El único tema a tratar es compensar la contracción de ingresos, reducir los gastos y recuperar lo perdido económicamente. No se habla de la pérdida de la seguridad, no se habla de la incorporación del miedo como elefante iridiscente en el lugar de trabajo del día a día de todas las personas.

Lo más valioso que tenemos es el tiempo. El tiempo es lo que se entrega a una empresa. Es la oportunidad que las empresas puedan entregar también tiempo y recursos para sus colaboradores. Para esa gente que pone el hombro, pone el pecho, sus horas, dejando a un lado el miedo para poder ayudar a conseguir lo que la empresa necesita para mantenerse a flote.

Los entendidos saben que la herramienta de marketing más efectiva del mundo es el miedo. Pero no solo es una herramienta de marketing. Nunca ha existido una oportunidad más grande para que las empresas se muestren y se den, sincera y honestamente a sus colaboradores.

Nunca ha existido un momento más relevante en esta generación de grandes corporaciones, para que estas migren a nuevas culturas corporativas más empáticas, cercanas y humanas con el fin de devolverles la seguridad a las personas que conforman sus equipos. Dejar de sentir que eres parte de una organización que te ve como una naranja que deben exprimir y debe producir 15 ML de jugo al día. Es el momento de pertenecer a un equipo que puedas decir “me respalda, por eso yo los respaldo”.

Una vez que dejan de ser números y las personas de tu equipo se convierten en personas, hermanxs, madres, padres, hijxs… la relación y el vínculo evoluciona a algo más. La empatía permite que el equipo, más que sea por un momento se sienta seguro de que independientemente de que se caigan bien, no está solo. Hay una empresa, hay un superior, hay un par que está ahí para ti. Mientras esto es algo que el middle management puede crear en su equipo de trabajo, no tendrá el impacto que puede tener si se vuelve parte de la cultura de toda la organización. No existe herida profesional más profunda que darte cuenta los ingresos están por encima de tu seguridad.

Toda crisis trae oportunidades. Hoy tenemos la oportunidad de ser mejores seres humanos. Estemos ahí para nuestros equipos. Estemos ahí para nuestras familias. Cuidémonos unos a otros. Exijamos lo que es justo. Es el momento de ser idealistas y pararnos de frente a la injusticia. Es el momento de reflexionar colectivamente cambiar de rumbo las veces que tengamos hasta lograr lo que creemos que es justo y necesario. Hay que comprometerse con el resultado, cuidando a cada una de las personas que nos ayudarán a conseguirlo.

Debemos recuperar la seguridad que hemos perdido.

Podemos enfrentar el miedo que compartimos dándonos la confianza que estaremos ahí los unos para los otros.

Las organizaciones que vean esto harán mucho más en su negocio que superar la crisis económica. Estas organizaciones tendrán un equipo tan comprometido que dejarán de ser simples colaboradores, se convertirán en embajadores de su marca y de su empresa. Se comprometerán para cuidar a la empresa que los cuida a ellos, que, coincidentalmente es lo que busca la empresa. Crecer de manera segura y sostenida.

¿El resultado?

Colectivizando el mindset adecuado las personas serán mejores personas y las empresas mejores empresas. No tengamos miedo a cambiar.

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Ricardo Zevallos Repetto

Advertising & marketing professional with +15 years of experience in the field and +30 years of experience as a human being.